Investigadores del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han desarrollado por primera vez un modelo funcional de un bazo integrado en un chip que es capaz de actuar como este órgano filtrando los glóbulos rojos de la sangre.
En concreto, lo han conseguido recreando a microescala las propiedades físicas y las fuerzas hidrodinámicas de la unidad funcional de la pulpa roja del bazo y, según los autores, este dispositivo podría servir para detectar posibles fármacos contra la malaria y otras enfermedades hematológicas.